¡Hola a todos, Hijas e Hijos del Metal!
El pasado 2 de marzo hicimos la tercera sesión de juego en la Casa de la Juventud de Órgiva, de nuevo con Grimdark Future: Firefight de la familia de reglamentos One Page Rules. Esta vez han sido 6 asistentes, de los que dos chicos nuevos se atrevieron a probar el fascinante mundo de los wargames.
En esta ocasión, en vez de jugar un todos contra todos. Monté 3 tableros distintos, no eran las medidas estándar de Firefight debido a las limitaciones de la mesa en la que jugamos. En todos los casos, los tableros tenían un ancho de 90 cm (36»). Con una zona de despliegue de 6» en vez de en 12» para compensar el ancho del tablero. Asimismo, todos los tableros tenían dos objetivos, situados en el centro del tablero y equidistantes de los laterales y entre sí.
Los tableros representaban una instalación de carga de un espaciopuerto y zonas cercanas.
Las mesas
El primer tablero (90×120 cm) representaba la zona de carga del espacio puerto. Un recinto vallado separaba una zona de vegetación alienígena de la zona de los contenedores y suministros del espacio puerto, junto una estructura de carga. Los Havoc Brothers de Rywulf se enfrentaban a los High Elf Fleets de Zed, que no pudieron evitar la victoria de Rywulf por 2 a 0.
El segundo tablero, más estrecho (90×70 cm), representaba otra parte del mismo espacio puerto, con algunas conducciones y más contenedores. Los Dark Brothers de Leo intentaron rechazar un ataque de las Robot Legion de Elis, que ganaron por un ajustado 1 a 0. Las claves fueron una superior movilidad de los robots y la autorreparación de las legiones robóticas.
Finalmente el tercer tablero (90×120 cm), representaba un pueblo arrasado por la guerra en los alrededores de un bosque de un mundo agrícola. Al final, los Alien Hives no pudieron tomar las ruinas gracias a la firme defensa de los War Disciples de Leo, acabando en un empate.
Problemillas
Esta es la primera vez que tenemos incidentes en las demostraciones. El jugador de Dark Brothers, resultó ser un problema interrumpiendo constantemente, y en una ocasión, haciendo volar un marine varios metros de distancia.
Dada la situación, le advertí que si no quería jugar no estaba obligado, pero que esas miniaturas eran mías y que si la rompía pagaba. De malos modos se levantó de la mesa, y se fue de la sala protestando. La verdad es que enturbió el ambiente, pero he de reconocer que se recuperó la dinámica rápidamente.
Un rato después, el jugador de Alien Hives se enfadó por la suerte loquísima con los dados de su oponente. Pero, tras hablar con él y proponer un cambio de dados con Leo, volvió a la mesa y terminó la partida.
After Party
Después de terminar las demostraciones, Rywulf y yo jugamos otra. Yo usé la lista de Saurian Starhost que estoy pintando mientras que él repetía con sus Havoc Brothers. Jugamos en el tablero más estrecho. Después de malas decisiones tácticas por mi parte, mala suerte en mis tiradas de impacto y muchísima suerte en las tiradas de defensa, acabamos empatando.
Valoración
La experiencia general es muy positiva, gracias a estas demostraciones se está creando un grupo medianamente estable. Es verdad que aún tiene que empezar a rodar, y me gustaría jugar. No solo hacer de Umpire, pero, empieza a haber algo de movimiento. A lo largo de la actividad (tres sesiones a lo largo de enero y febrero), han probado el juego un total de once jugadores, de los que han repetido cuatro.
Nada de esto podría haber sido posible sin las facilidades que nos ha dado la Casa de la Juventud de Órgiva y el Área de Juventud que es la que gestiona el espacio.
Esto me lleva a una reflexión final, cuando se vive en una ciudad, es fácil encontrar comunidad, suele haber tiendas o clubes, y la entrada al hobby es más sencilla. Pero, en el caso de los que vivimos en áreas rurales, puede ser complicado. Por ello, a todos los que vivís fuera de las ciudades, os recomiendo que lo intentéis, el ayuntamiento puede tener un espacio que pueda ceder como punto de reunión, y, al ser un pueblo, suelen ser más receptivos a actividades culturales. Es un trabajo, no lo dudo, pero, sin duda, merece la pena.
Estoy muy esperanzado de cara al futuro 🙂
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